sábado, 22 de diciembre de 2007

NAVIDAD, UN ENCUENTRO CON CRISTO

La navidad, es la celebración del AMOR DE DIOS. Es una hermosa promesa hecha realidad: "Tanto amó Dios al mundo, que nos dio a su Unico Hijo, para que todo el que crea en él no se pierda, sino que tenga vida eterna" (S. Jn. 3,16). Navidad. no es sólo, luces, regalos, adornos artificiales y más. Es la oportunidad de responder con amor al infinito Amor que DIOS AMOR nos tiene.

Hablamos de Dios con frecuencia, pero sólo para tomar su nombre en falso. Queremos llegar a El, pero nos olvidamos que no se puede sino a través de Nuestro Señor Jesucristo, quien dijo: "Yo soy el camino, la verdad y la vida, nadie viene al Padre sino por mí" ( S. Jn. 14, 6. Es decir, fuera de Cristo, único mediador entre Dios y los hombres, no hay camino de salvación del pecado y sus consecuencias. Cristo es el Emmanuel, Dios con nosotros, porque no hay otro nombre bajo el cielo por el que podamos ser salvos.

Ha nacido Cristo en nuestras vidas, en nuestros corazones?. Alguna vez le preparamos el belén en nuestro corazón? Nos hemos olvidado que Jesús dice: "Mira que estoy a la puerta y llamo, si alguien escucha mi voz y me abre, entraré en su casa y comeré con él y él conmigo" (Ap. 3,20). Lástima que la llave sólo abre desde dentro, Cristo puede entrar en nuestra vida únicamente si nosotros se lo permitimos. Dios sigue respetando nuestra libertad. Seamos positivos, Jesús sí nació en nosotros, por lo tanto somos creaturas nuevas en él, todo lo viejo pasó, todo es nuevo en nuestra vida personal, familiar y social. Por eso sabemos que cada día es navidad. Jesús nace para quedarse con nosotros para lanzarnos a la eternidad, al puesto que su Padre nos tiene preparado. El nos da el valor que necesitamos, porque sólo los valientes arrebatan el Reino de los Cielos.

Qué distinto sería el mundo hoy, si el hombre escuchara y respondiera a la invitación de Cristo:" Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré... porque mi yugo es suave y ligera mi carga" (Mt.11, 28-30). Cristo, Dios con nosotros puede librarnos de tantas alienaciones, perturbaciones, corrupciones, del pecado que cual cáncer oculto mina nuestra vida moral y física, impidiéndonos ser felices. Jesús que nació para traernos vida y vida en abundancia no quiere que muchos hombres transiten por la vida creyéndose vivos, cuando en realidad son una especie de "muertos vivientes". Jesús nació para quedarse hasta el fin del mundo. El conoce a fondo nuestra naturaleza, porque se hizo igual a nosotros, menos en el pecado, quiere darnos lo que necesitamos para ser felices, para que desaparezca el muro que nos separa, también en el Ecuador, el odio, la envidia, el orgullo. Sigamos el Consejo del Bautista, "allanad los senderos del Señor".

Si recién en la Navidad del 2007, permitiste que Jesús naciera en ti, no trates de ocultar a Aquel que todo lo sabe y puede, ninguna enfermedad espiritual. Deja que El llene todos tus anhelos y aspiraciones, porque quiere ayudarnos a vivir la vida que Dios nos da. Tengamos la certeza que Cristo nos dará la salud de alma y cuerpo que necesitamos para cumplir la voluntad de Dios, cada día del año 2008.

¡FELIZ NAVIDAD Y PROSPERO 2008!